Hay algo en nuestros restaurantes favoritos que no podemos explicar, pero nos vuelve locos, nos encanta.
¿Será una cuestión exclusiva de la sazón? ¿Será la consistencia que nos da la seguridad de que los platillos que elegimos son siempre una garantía? ¿Será el cálido servicio que nos hace sentir especiales? ¿Será la mano del chef? Para que todo eso suceda, el trabajo de un restaurante no descansa, no da tregua jamás. La atención al detalle provoca que un restaurante salte de lo ordinario a lo extraordinario; es una labor invisible, pero indispensable para la experiencia del comensal. Estos son solo algunos de los argumentos —además de propuesta, concepto, platillos memorables, carta de bebidas y un largo etcétera— que ponen a un restaurante por encima del resto. Hay algo en Máximo Bistrot que nos hace sentir eso y más. Para la Comunidad MB, Máximo Bistrot es el restaurante del año.