Alex y Shary comparten el amor por la gastronomía, una escuela en los fogones del restaurante Quintonil y hoy, finalmente, un restaurante propio, donde expresan una cocina honesta, frontal y sabrosa. El futuro se ve muy promisorio para ellos.
Su paso por Quintonil no fue circunstancial. Fue como si la vida los hubiera puesto ahí al mismo tiempo para prepararlos para lo que venía. “Ale Flores y Jorge Vallejo son definitivamente quienes más han influido en mi carrera”: dice Shary, repostera. “Trabajando en su cocina aprendimos que mientras ames lo que estás haciendo, lo demás pasa a segundo plano”. Alex complementa: “En Quintonil, aprendimos la disciplina, el rigor, la técnica y la visión de un restaurante con estándares altísimos”.
El presente para ellos se llama Propio, un espacio que habla del México actual. “Hacemos comida que nos gusta cocinar y comer. No inventamos el hilo negro, pero tampoco buscamos hacer las cosas de manera convencional. Queremos divertirnos haciendo comida rica, real y honesta. No todo es tan serio como parece”: sostiene Shary. “Tratamos siempre de poner la mejor técnica en los platos, pero que tengan alma Y nunca perder de vista que la hospitalidad es lo más importante”. Ambos se ven en un futuro con nuevos proyectos juntos, un Propio consolidado y siempre en busca de ser, ante todo, mejores personas.