Desde sus inicios, este restaurante al aire libre, ubicado en la vinícola Mogor Badán, ha sido un ejemplo del uso de ingredientes de proximidad, desde los quesos Ramonetti de la cava de Marcelo Castro hasta los vegetales de su propio huerto y la carta de vinos, conformada exclusivamente por etiquetas de Baja California. Con un dominio del producto de mar y la cocina de brasa, el chef Drew Deckman ha convertido este espacio en un bastión de sostenibilidad y del movimiento slow food en México. Además, es una visita obligada cuando se trata de un viaje de vino y buena comida al Valle de Guadalupe.