Después de su aventura por Emilia y después por Em, el chef Lucho Martínez decidió abrir Martínez, un bistró con guiños franceses y de pronto asiáticos que presenta comida sencilla, sabrosa y una carta de vinos que acompaña a la perfección. El restaurante es ruidoso y animado; se presta para mesas entre amigos. La comida está diseñada para compartir, aunque no sean porciones necesariamente grandes. Más bien su carta está pensada para poder probar de todo. Tal vez mi lugar favorito del chef Lucho.